El Barça consiguió una importante victoria ante el Osasuna con más apuros de lo esperado, pero victoria y tres puntos que mantienen la diferencia a falta de cinco jornadas para terminar la liga. Un título que no se puede escapar y que si Osasuna hubiese puntuado en el Camp Nou, habrían saltado las alarmas. No por la diferencia ya que seguiría siendo importante, si no por la sensación del bajón físico y emocional que está sufriendo el equipo de Pep Guardiola. A este equipo le falta banquillo y a los titulares, les falta descanso y llegan muy justos de fuerzas para este final de temporada. Pep consciente de todo esto, intentó dar descanso a varios titulares de cara al partido de Champions ante el Madrid, pero el partido no se sentenció y Messi, Iniesta y Xavi entraron para resolver en la segunda parte.

El juego del Barça comenzó como siempre, pero con algunas imprecisiones. Jeffren defraudó aunque lo intentó, Thiago no encontró su sitio en todo el partido y Mascherano tuvo mucho trabajo de central, tuvo el doble, el suyo y el que le daba Milito, que parece que se irá a finales de temporada (o se debería ir). Aun así el FC Barcelona se puso por delante por mediación de Villa que marcaba el 1-0. Un gol que le quitaba un peso de encima ya que eran varios los encuentros que el delantero asturiano llevaba sin marcar. Esperamos haber recuperado al mejor Villa para la Champions. Osasuna no se descompuso y con una presión muy adelantada y agresiva complicó el juego de los locales que tuvieron que hechar mano de su artillería pesada.

Messi sentenciaba el partido, a falta de pocos minutos para terminar, tras una asistencia de Alves. Era el 2-0 y su gol 50 en esta temporada, increible lo del argentino.